La suplantación de identidad, la nueva preocupación de los usuarios

Publicado el 05-09-2025      Notícia sobre:
Autor: TRANSUNION
 
La suplantación de identidades está convirtiéndose en uno de los esquemas de fraude más graves que sufren empresas y particulares en España. Mediante procedimientos cada vez más innovadores, los delincuentes consiguen información de las víctimas para cometer abusos, robar dinero o incluso delinquir sin que la persona o la organización afectadas se den cuenta hasta que es demasiado tarde.
 
El fraude digital está ganando terreno de manera exponencial en diferentes sectores, y el juego online fue uno de los más atacados el pasado año. De hecho, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 registró el pasado año un total de 8.000 denuncias por parte de usuarios que aseguraban haber sido víctimas de una suplantación de identidad en plataformas de juego online. Por su parte, el INCIBE atendió, a través de su servicio gratuito y confidencial ‘Tu Ayuda en Ciberseguridad’, un total de 98.546 consultas en 2024, de las que un 14 % tenía relación con algún tipo de suplantación de identidad digital. 
 
Este delito, también conocido como "Identity Theft", consiste en hacerse pasar por otra persona con la intención de obtener algún beneficio ilícito o causar un daño. Esta práctica puede adoptar muchas formas: desde el uso indebido de datos personales para realizar compras online hasta la creación de perfiles falsos en redes sociales con fines fraudulentos o malintencionados. 
 
Los ciberdelincuentes emplean técnicas especializadas, como phishing (captura de datos a través de correos electrónicos fraudulentos), hackeo de redes sociales y venta de información personal en la Dark Web. Con la información recopilada, consiguen suplantar la identidad de la persona para acceder a datos personales, contraseñas bancarias, número de la Seguridad Social y otros detalles, como contactos, fotos o direcciones.
 
Claves para protegerte frente a la suplantación de identidad
El INCIBE recomienda una serie de medidas preventivas para preservar nuestra identidad digital:
 
Usar contraseñas seguras y únicas: cada cuenta debe tener una contraseña distinta y compleja basada en combinaciones de letras, números y caracteres especiales para mayor seguridad.
Habilitar la autenticación en dos pasos: esta medida adicional de seguridad puede evitar que los atacantes accedan a las cuentas, incluso si conocen la contraseña del usuario.
Cuidado con los correos electrónicos sospechosos: hay que evitar abrir enlaces de fuentes desconocidas o de correos no esperados y verificar siempre la autenticidad de cualquier solicitud de información personal.
Controlar la información confidencial: no publicar datos sensibles, como el número de teléfono, dirección o documentos personales en redes sociales o sitios web no seguros.
Analizar las cuentas: es preciso revisar periódicamente las transacciones bancarias y las notificaciones de las plataformas en línea para detectar cualquier actividad sospechosa.
Registrar una denuncia si se es víctima: es importante acudir a las autoridades y denunciar el delito para evitar mayores consecuencias.
 
Protocolo de actuación legal
 
En cuanto a la respuesta legal, los usuarios destacan que el proceso judicial frente a la suplantación de identidad no siempre es sencillo, ya que a menudo las víctimas deben enfrentarse a largos procedimientos para demostrar el delito. Sin embargo, las leyes están cada vez más adaptadas para hacer frente a este tipo de fraude y las autoridades están mejor equipadas para investigar y sancionar a los delincuentes que cometen estos actos.
 
Si se sufre una suplantación de identidad, las autoridades competentes, como la Policía Nacional y la Guardia Civil, cuentan con unidades especializadas en delitos cibernéticos, que pueden ayudar a la víctima a rastrear el origen de la suplantación y tomar las acciones legales correspondientes.
 
En definitiva, nos encontramos frente a una nueva amenaza que cada vez es más grave y que afecta tanto a particulares como a empresas, y que aún es muy difícil de controlar. La conciencia sobre la suplantación de identidad y la puesta en marcha de medidas de seguridad personal son esenciales para evitar que la información personal sea utilizada de manera indebida. Sin embargo, a veces no es suficiente, y se pueden sufrir grandes pérdidas económicas; fuga de información sensible o incumplimiento de normativas. 
 
Por todo ello, es fundamental confiar en soluciones tecnológicas específicas en prevención de fraude diseñadas para detectar y minimizar el riesgo en las transacciones, mediante un análisis factible y verídico de cada operación para que tanto empresas como consumidores puedan realizar transacciones con confianza.